Y no que estés toda la noche velándome cuando yo ya no pueda verte.
Prefiero que estreches suavemente mi mano ahora que estoy viva.
Prefiero que me des un clavel ahora que estoy viva,
A que me des grandes ramos de rosas en mi funeral.
Prefiero escuchar unos segundos tu voz ahora,
a que me hables toda la noche en mi ataúd,
Prefiero una sola sonrisa tuya, a que
miles de lagrimas en mi velorio.
Hoy en día millones de madres mueren
solas, esperando el amor de sus hijos.
Nunca esperes decirlo a tu madre cuanto le amas.
Mañana puede ser demasiado tarde.
El tiempo es hoy, llámalo y dile cuanto lo amas.